Las aplicaciones sanitarias son uno de los grupos de herramientas móviles por las que los usuarios estarían dispuestos a pagar. Al menos, así lo ha establecido un reciente informe elaborado por inQBarna, en el que quedan recogidos cuatro grandes grupos de aplicaciones móviles: juegos, salud, infantiles/educativas y deporte/tiempo libre. Sin embargo, desde inQBarna tienen claro que el mercado español todavía no es un contexto maduro en el pago por aplicaciones, sobre todo por la escasa cultura de compra por contenidos digitales en apps que todavía existe en nuestro país. En inQBarna señalan sobre todo a los mercados anglosajones y asiáticos como entornos óptimos para la venta de aplicaciones.
Llama la atención la relevancia que están adquiriendo las aplicaciones sanitarias. Este tipo de herramientas móviles contribuyen a mejorar la calidad de vida de los pacientes con determinada dolencia, gracias a las posibilidades de monitorización y seguimiento que ofrecen. Así mismo, presentan un importante componente social, pues permiten crear comunidades de pacientes afectados por la misma enfermedad, en las que apoyarse psicológicamente y a través de las cuales promover diversas iniciativas. Por este motivo, la industria sanitaria ve en este tipo de aplicaciones móviles un buen ámbito de inversión, sobre todo por tratarse de una manera rápida y eficaz de llegar a su principal público objetivo.
Según la consultora Price Watherhouse, las aplicaciones móviles sanitarias moverán alrededor de 23 millones de dólares en los próximos años. Estos datos han sido aportados por Pablo Gómez Fernández-Quintanilla –jefe de marketing online de Sanitas- en The App Date Health, la edición especial sobre salud del popular evento The App Date. De hecho, Gómez Ferández-Quintanilla señaló que en 2017 alrededor de 500 millones de personas alrededor del mundo estarán utilizando aplicaciones sanitarias.
Sin lugar a duda, una de las aplicaciones presentadas en The App Date Health que más puede facilitar la vida de los pacientes es Primum Health. Esta aplicación sanitaria permite la monitorización y recogida de datos sobre la salud de los pacientes a través de tablets y de aparatos de medición –como básuclas y tensiómetros-. Así mismo, estos datos son enviados al médico responsable, quien se encarga de analizarlos para determinar la evolución del paciente y, en el caso de que fuese necesario, comunicarse con él para establecer un cambio en las rutinas del tratamiento. Aunque esta aplicación sanitaria puede aplicarse a infinidad de casos, es ideal para el seguimiento de personas que hayan padecido algún tipo de dolencia cardiovascular.
Las aplicaciones móviles se encargan de cubrir numerosas necesidades de los usuarios en su vida cotidiana. Poco a poco, se van adentrando en el ámbito de la salud, con una buena acogida tanto por parte de pacientes y familiares como del personal sanitario implicado en un proceso de tratamiento y rehabilitación. Las tecnologías móviles ponen al alcance de nuestra mano numerosas ventajas y posibilidades para hacernos la vida más fácil. En este sentido, las aplicaciones sanitarias contribuyen a un acercamiento entre facultativos y pacientes con el objetivo de implicar a éstos últimos de una manera más directa en todo lo referente a su salud.